Garantía de por vida: la mejor promesa que una marca puede ofrecer

Cuando como consumidores nos enfrentamos a la disyuntiva de escoger un producto, buscamos no sólo la satisfacción material de adquirirlo, sino que además la elección nos hace responsables de esa compra. Hacemos consideraciones de diversa naturaleza: su calidad, el impacto ambiental que genera, sus cualidades estéticas y por supuesto, su durabilidad y las garantías que la marca nos ofrece. 

Las marcas hacen esfuerzos de marketing para exhibir aquello que las distingue de la competencia y entregan información que se traduce en identidad y propuesta de valor.

Actualmente tu comportamiento de compra define tu forma de vida. Por ponerlo de alguna forma, es un statement de quién eres, de qué te gusta. ¿Qué valoramos cuando compramos? ¿Con qué tipo de marcas nos fidelizamos? Estas preguntas son relevantes pero pareciera que las respuestas siguen veladas en un plano inconsciente. Esto probablemente porque gran porcentaje de las compras que hacemos son impulsivas, o de carácter emocional. Tendríamos entonces que poner la cuestión sobre la mesa, ¿no? 

A mi me parecen muy atractivas aquellas compañías que toman iniciativas de carácter radical para definirse en el mercado. Aquellas corajudas que van con todo y ofrecen, por ejemplo, “garantía de por vida”. 

Bueno pero, ¿Qué significa esto? 

De sentido común, pero según cada empresa  

Para ser precisos, no existe realmente un consenso claro de qué es la garantía de por vida. Es más bien algo que cada empresa define de acuerdo a la naturaleza de su negocio y de sus productos. JanSport por ejemplo, la reconocida marca de mochilas, promete reparar o cambiar tu mochila de forma gratuita en caso de rotura o deterioro por el uso. Le Creuset, la emblemática marca de ollas, ofrece Garantie à vie. Esta garantía proporciona cobertura tanto de defectos de fabricación como en los materiales, siempre que el producto haya sido usado en condiciones normales y acordes al cuidado e instrucciones proporcionadas. No cubre el desgaste normal o por mal uso del producto. 

Al mirar la letra pequeña de la garantía promedio, rápidamente se vuelve evidente que la vida útil en consideración es la cantidad de años que se espera razonablemente que dure el producto. Este período de tiempo suele estar determinado por la investigación de campo realizada por el fabricante. La investigación sobre el producto tendrá en cuenta factores tales como la frecuencia promedio de uso, el tiempo que se espera que duren los materiales utilizados para crear el producto y si el producto ha visto o no más uso que se considera aceptable.

Formas creativas de entregar valor

En nuestro último capítulo de podcast conversamos con Sara del Río, cofundadora de la marca Naturalino. Emprendimiento chileno que vende ropa de cama de lino francés y que ha alcanzado su prestigio gracias a la calidad propia de esta materia prima; es sustentable y durable, como las cosas que antiguamente comprabas y te acompañaban una vida.

No hablamos de un producto barato, pero hablamos de un producto noble. Conversábamos entonces acerca de una implementación que están prontas a hacer, y que plantea el disponer un servicio de post venta para su clientela en dónde la persona luego de haber invertido en uno de sus productos, tenga la posibilidad de reparar o cambiar. Esto no sólo se traduce en fidelización, sino también en una garantía de por vida que promueve un consumo responsable. Propone una nueva forma de consumo donde aquello que compraste adquiere un valor distinto, entonces pasamos de la cultura de lo desechable a la cultura del cuidado. Pareciera ser que volveremos a “lo antiguo” con la visión del presente y así redefiniremos el futuro.